05 Ene 2009 LA FLECHA, AGENCIAS
Al romperse el extremo de un hueso en una articulación, la reparación es muy difícil porque si las partes no están alineadas con la debida precisión, se producirá artritis y la articulación no funcionará como debiera. Por otro lado, mantener alineados fragmentos óseos muy pequeños mediante tornillos u otras piezas es muy problemático. En cambio, utilizar un pegamento idóneo permitiría reducir el número o volumen de fijadores metálicos, y además ayudaría a alinear con precisión los fragmentos minúsculos, facilitando la recuperación.
El pegamento de ese gusano es un buen candidato. En pruebas de laboratorio con piezas óseas de vaca, obtenidas en tiendas de comestibles, el rendimiento del pegamento, un prototipo de primera generación, fue del 37 por ciento respecto del de una cola de contacto comercial.
Russell Stewart, uno de los autores del estudio, espera probar en fracturas óseas de animales el pegamento sintético dentro de un año o dos, y en humanos dentro de unos 5 a 10 años.
El pegamento sintético no se emplearía para reparar fracturas en huesos grandes, como en la pierna y el brazo, para los que se usan varillas, clavos y tornillos. Se utilizaría más bien para fijar fragmentos óseos pequeños en rodillas, muñecas, codos, tobillos y otras articulaciones fracturadas, y quizá también en cara y cráneo.
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