(información de EL UNIVERSAL: http://www.eluniversal.com.mx/articulos/51787.html)
Una rara especie de iguana rosa fue encontrada en un volcán de las Islas Galápagos, y según reportes de biólogos, su perfil genético es distinto al de sus primos verdes, lo que podría aportar pruebas de la divergencia de las especies mucho antes que los famosos pinzones de Charles Darwin, informaron un grupo de científicos.
El artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences señala que el reptil carga consigo un importante legado de la evolución. "La especie rosada es la única evidencia de la profunda diversificación en el linaje de las iguanas de la Isla Galápagos", reproduce el sitio WiredScience.com.
El naturista inglés Charles Darwin visitó las Islas Galápago en 1835, pero no llegó al volcán Wolf, en las parte norte de la isla, donde se encuentra el solitario hábitat de estas iguanas rosas. En posteriores expediciones, varios grupos de investigadores parecieron haber obviado de igual forma este sitio, hasta 1986, cuando se reportaron avistamientos aunque no imaginaban lo que los animales representaban.
Lo que los investigadores encontraron en estos reptiles fue sorprendente, pues en lugar de tratar solo de una ligera variación de la iguana de las Galápagos, resultaron ser toda una nueva rama en el árbol genealógico del planeta.
Los análisis que se han practicado hasta el momento sugieren que esta especia deriva de otro tipo de iguanas desde hace unos 5 millones de años, mucho más atrás que la historia de cualquier especie que habite en la isla.
Sin embargo, esta iguana rosa y otras especies del volcán Wolf se encuentran amenazadas por una ‘invasión' de cabras silvestres, que están acabando con toda la flora del área.
Por ello, con el objetivo de preservar su diversidad genética los biólogos aseguran que un programa de conservación se debe iniciar de inmediato para proteger a estas recién descubiertas especies.
El artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences señala que el reptil carga consigo un importante legado de la evolución. "La especie rosada es la única evidencia de la profunda diversificación en el linaje de las iguanas de la Isla Galápagos", reproduce el sitio WiredScience.com.
El naturista inglés Charles Darwin visitó las Islas Galápago en 1835, pero no llegó al volcán Wolf, en las parte norte de la isla, donde se encuentra el solitario hábitat de estas iguanas rosas. En posteriores expediciones, varios grupos de investigadores parecieron haber obviado de igual forma este sitio, hasta 1986, cuando se reportaron avistamientos aunque no imaginaban lo que los animales representaban.
Lo que los investigadores encontraron en estos reptiles fue sorprendente, pues en lugar de tratar solo de una ligera variación de la iguana de las Galápagos, resultaron ser toda una nueva rama en el árbol genealógico del planeta.
Los análisis que se han practicado hasta el momento sugieren que esta especia deriva de otro tipo de iguanas desde hace unos 5 millones de años, mucho más atrás que la historia de cualquier especie que habite en la isla.
Sin embargo, esta iguana rosa y otras especies del volcán Wolf se encuentran amenazadas por una ‘invasión' de cabras silvestres, que están acabando con toda la flora del área.
Por ello, con el objetivo de preservar su diversidad genética los biólogos aseguran que un programa de conservación se debe iniciar de inmediato para proteger a estas recién descubiertas especies.
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